viernes, 20 de marzo de 2009

Aguafuerte cineclubista (con respecto de la proyeccion de No habra mas penas...)

AGUANTE, AGENTE GARRIDO, AGUANTE

Pocas películas reunieron tantos actores reconocidos como en “No habrá mas penas ni olvido”. La visión de que en cada pueblo se dirimía una lucha interna entre peronistas de izquierda y de derecha se podría decir que es acertada, se lo vio en cada provincia, con mas o menos vehemencia. Pero la disputa siempre terminaba a los tiros. Pero en esos pueblos todos se conocían, se sabían vida y obra de cada uno, asi que el guiño o la venia para sacarle la silla a alguien era una jugada en la cual no había retorno.
La caricatura de la Juventud Peronista en la película como armada de Brancaleone, pinta esos aspectos mesiánicos de parte de esa juventud, a todo o nada, blanco o negro.
Conversaciones tan familiares entre el delegado municipal y el comisario, en el film, donde ninguno de los dos creyese la noticia de que hay un comunista infiltrado en el municipio, pero como la orden venia de Buenos Aires, había que acatarla y cumplir con echar a ese empleado, nos permiten entrever también una lucha de trincheras en cada lugar de la Argentina, para apoderarse del poder.
Tuve oportunidad de escuchar una conversación parecida entre dirigentes de un movimiento de desocupados y un comisario y su ayudante, en La Matanza durante una marcha en el año 1999, que termino con la toma del edificio municipal.
Todos los protagonistas se conocían, comisario, policías, dirigentes barriales, militantes y manifestantes. Eran vecinos del barrio, ya habían tenido algunos enfrentamientos en algunos piquetes, pero esa conversación en una esquina a dos cuadras de la ruta 3, fue una puesta en escena de la realidad del momento. El comisario le pedía a los dirigentes que no hicieran lío, y que no intentaran tomar el edificio municipal, y sobretodo que no pusieran a las mujeres delante, ya que eso podría ser peligroso si había represión. En realidad la táctica de los desocupados con las mujeres, era que ellas fueran delante así cuando los policías hicieran el cordón entrecruzando los brazos para impedir que avancen, ellas como lo hicieron una vez cuando tomaron el Banco provincia, le tocaban a los policías sus partes nobles y traseras, y hacían que estos saltaran y retrociederan, así hicieron que los policías se desbandaran y los desocupados tomaron el banco.
El comisario poniéndole una mano en el hombro al dirigente le pedía por favor que no repitiesen esa maniobra para poner en ridículo a la policía. No le prometieron nada al Comisario, y se fueron. El comisario se quedo rascándose la cabeza, a su lado un perro flaco, le ladraba.
Ese dia tomaron el edificio municipal y solo había dos policías en la puerta, que no intervinieron.
Estas mujeres de La Matanza no son las nenas de Sandro

No hay comentarios: